martes, 18 de diciembre de 2012

El periodismo como elemento educador




La educación es un tema de debate a nivel mundial por su trascendencia en los aspectos políticos, económicos y sociales, ya que de ella depende el éxito o fracaso de una sociedad en todos los ámbitos. La (UNESCO) formó una comisión en 1985-1992 para crear un informe de los pilares de la educación a finales del Siglo XX, nombrando como presidente a Jaques Delors. Esta comisión presentó el informe dividido en tres secciones: horizontes, principios y orientaciones.

En este informe se habla de la Educación a lo largo de la vida, es una visión diferente sobre la educación permanente. Se diferencia entre la educación básica y la educación para toda la vida; en esta última comprende desde la infancia hasta el fin de nuestra existencia y representa la clave para entrar en el Siglo XXI. También va más allá de la capacitación profesional permanente (orientada por factores económicos), pues la educación para toda la vida, debe dar a cada individuo la capacidad para dirigir su destino en el mundo en que la aceleración del cambio, acompañada del fenómeno de la globalización, tiende a modificar la relación de hombres y mujeres con el espacio y el tiempo.

El periodismo educativo, por tanto contempla la actualidad teniendo en cuenta el beneficio de los diferentes colectivos, les hace descubrir o reforzar sus posibilidades individuales de participar responsablemente en la vida social.

La educación para Toda la Vida coincide con la noción de sociedad educativa, que según la UNESCO: “todo puede ser ocasión para aprender y desarrollar capacidades del individuo tanto si se trata de brindar una segunda o una tercera ocasión educativa o la de satisfacer la sed de conocimientos, de belleza o de superación personal como de perfeccionar o ampliar los tipos de formación práctica”.

El periodismo debe informar sobre la educación con solvencia y con toda clase de preocupación sobre cuanto sucede en la Escuela, porque sigue siendo verdad que es ahí; y no en la calle ni en los medios de comunicación, donde las instancias señaladas deben encontrar un acuerdo.

Además, hoy disponemos de información de mucha mejor calidad que en otros tiempos, gracias a que una gran parte de ella viene sustentada científicamente, y otra bajo el control de las audiencias que conforman eso que llamamos “opinión pública”, a la que no se le puede engañar totalmente, ni todo el tiempo

Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación han cumplido su promesa de multiplicar las voces y democratizar el acceso popular a la creación y difusión de contenidos, pero lejos de constituirse en un proceso armónico de crecimiento y diálogo cultural, se han convertido en un ruido intolerable. Si se trata de educación, nadie siente remordimiento alguno por opinar desde la más absoluta ignorancia.

Los educadores deben hacer uso de canales para expresarse e informar sobre la realidad de su profesión y sus circunstancias. Aprovechar las nuevas tecnologías y proponer nuevas formas de ampliar y difundir información válida y útil para que los medios de comunicación puedan informar con rigor a la sociedad, no permitiendo el intrusismo, ni interferencias ideológicas, sino como una ciencia donde lo que está en juego es la construcción de una sociedad flexible y capacitada para enfrentarse a nuevos desafíos.


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